Por qué el mindfulness o atención plena debe tener un papel más importante en la sociedad

Es un hecho innegable que existe una fuerte tendencia, sobre todo en Estados Unidos y Europa, hacia la incorporación de intervenciones y programas basados en mindfulness en una gran cantidad de escenarios: desde programas para el cuidado de la salud (manejo del estrés, por ejemplo), hasta intervenciones en empresas para ejecutivos o personal en general (visita ESTE LINK para leer una interesante discusión en el Wall Street Journal, con respecto al tema de mindfulness en empresas).

Incluso existen programas de atención plena (mindfulness) para niños. ¿Qué quiere decir esto? Por un lado, nos habla de que hay una cierta moda la cual puede ser pasajera y tiene el riesgo de que cualquier persona sin experiencia ni formación adecuadas quiera dedicarse a enseñar mindfulness (lo cual ya está pasando), que a su vez puede decrementar la calidad de la enseñanza y difusión de esta práctica. Por otro lado, quiere decir que existe una creciente demanda por parte de personas de todos los ámbitos en el sentido de encontrar un recurso que les ayude a enfrentar su vida desde una perspectiva más equilibrada, sin reaccionar en base a patrones aprendidos, tratando de afrontar saludablemente los retos de la vida moderna como la incertidumbre, el ritmo acelerado de las ciudades, pérdidas de todo tipo, transiciones, etc. En pocas palabras, la gente necesita elementos, prácticas y estrategias que les permitan vivir la vida con mayor sabiduría. En este sentido, creo que la adaptación de la práctica de mindfulness, entendida como meditación, estilo de vida o como un camino más amplio denominado “Dharma” es fundamental si queremos que beneficie a un mayor número de personas. En mi experiencia, muchas personas no hubieran participado ni se hubieran beneficiado de los numeros programas basados en mindfulness (atención plena) ofrecidos por REDEA y otras instituciones si se les hubieran ofrecido como “budismo” o incluso “meditación”. En cambio, pudieron recibir los beneficios de dichas intervenciones gracias a que participaron en una intervención, que si bien está basada en mindfulness, también se diseñó de acuerdo a sus necesidades particulares. Es muy importante mencionar que esto no es una crítica al budismo, más bien se trata de extraer uno de sus ingredientes más importantes (si bien no el único) y adaptarlo, tratando de no perder su esencia, con el fin de que más y más personas puedan encontrar sabiduría, claridad y alivio a su sufrimiento. Esta labor es emocionante, ya que estamos en el inicio de lo que ha sido llamado “la revolución de mindfulness”, que en algunos lugares ha llegado a permear profundamente en instituciones de salud e incluso en la política. La discusión, desde mi punto de vista, no debe centrarse en si es bueno o no adaptar el mindfulness para el público en general, porque ya sabemos de hecho acerca de sus múltiples beneficios; más bien debemos discutir y actuar con respecto a cómo seguir promoviendo e implementando a la atención plena en contextos particulares, en especial con la población mexicana, de lo contrario corremos el riesgo de perdernos “el bosque por los árboles”.

Nuestro granito de arena en este sentido implica la adaptación de intervenciones basadas en mindfulness, sustentadas por investigación realizada localamente (en México), con el fin de darle la seriedad y el respaldo que esta intervención merece, por ejemplo a través del programa REDEA de reducción de estrés, el cual puedes visitar AQUI.

Estamos abiertos a la discusión y enriquecimiento en este interesante tema, al cual le apostamos fuertemente.

Saludos

Eric López

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